sábado, 20 de septiembre de 2008

LA CALLE NUEVA


Calles viejas con nuevos habitadores. Plazuelas que en pocos decenios mudaron de vecinos. Entre las piedras permanentes viene y se aleja la vida. Nuestro barrio, tan íntimo, tan conocido, parece mantenerla algún tiempo incolume…
… Vamos llamando idealmente a todas las puertas. Y los vecinos que ahora aparecen quedan, aunque presentes, distantes. Las primeras vivencias tienen el tono de lo auténtico. Y así la ciudad nativa, los moradores de nuestro barrio, los amigos juveniles componen los muros maestros de afectividad. Lo sobrevenido luego, material y humano, nos parece sustitución, lo aceptamos como realidad mimética de la primera. Los nuevos habitadores representan el papel de vecinos, como obedientes a un traspunte burlón. La nueva calle es una calle de usurpadores. Aunque las verdaderas usurpadoras fueron la vida con sus azarosos acaecimientos y la muerte con sus llamadas categóricas.

0 comentarios: